lunes, 30 de julio de 2012

La cosmética ecológica marca la pauta



Cada vez son más las mujeres que buscan incorporar hábitos naturales para mejorar su calidad de vida. Alimentos orgánicos, ejercicios diarios y rutinas anti estrés forman parte de la lista, pero también una mayor conciencia sobre los productos de belleza que se utilizan diariamente está cada vez más presente en los consumidores. 

La cosmética con conciencia ambiental, o biocosmética ya está aquí; y es una tendencia con una presencia cada vez más global. Aquí encontrarás algunas preguntas y respuestas básicas sobre esta rama de la industria de la belleza. 
  
¿Qué es la biocosmética?
La biocosmética hace alusión a aquellos productos para la piel cuyos ingredientes naturales son producidos y recolectados a través de métodos orgánicos.

¿Dónde y cómo surge esta tendencia?
Viene desde Europa, y nace a partir de la creciente atención a la salud y el bienestar, el aumento de las alergias, y la preocupación por la seguridad de los innumerables productos químicos a los que estamos expuestos. Los consumidores no sólo quieren comer alimentos orgánicos, sino que buscan que todo lo que toque su piel sea amigable con el medio ambiente.

¿Cuáles son sus beneficios?
Los ingredientes de origen natural prometen la misma eficacia que las fórmulas tradicionales pero con varios extras: más respeto y mayor tolerancia de la piel, además de mejores resultados.

¿Cuándo un producto es considerado “bio”?
Los cosméticos naturales, como los biocosméticos, son elaborados con ingredientes vegetales, pero para que un producto sea considerado "bio" es necesario que al menos el 95% de sus ingredientes sean de origen natural, y que al menos un 10% de sus componentes provengan de agricultura biológica. 

Más aún, los ingredientes de origen natural deben ser compuestos vegetales (nunca animales), provenientes de cultivos biológicos en los cuales no se empleen aditivos, como pesticidas o fertilizantes químicos (en todo el proceso, desde la preparación de la tierra, la siembra, la recolección, la destilación, y hasta en el laboratorio). Además, para la elaboración de los biocosméticos se deben emplear procedimientos totalmente naturales.

La fabricación, almacenamiento y transporte de estos productos debe generar un mínimo impacto; no deben contener conservantes, colorantes,  siliconas ni productos artificiales; ni ser sometidos a control en animales.

¿Por qué es importante que un laboratorio se interese por los nuevos procesos?
A menudo, olvidamos que la piel actúa como filtro y barrera de nuestro organismo, y que muchos productos químicos pasan esta barrera y se acumulan en el cuerpo. Por ello, frente a la cosmética imperante –en la que intervienen algunos productos químicos nocivos para la salud– esta tendencia se presenta como una excelente alternativa. 

Las sustancias vegetales y biológicamente cultivadas que se utilizan estimulan la capacidad natural de la piel para recuperarse, y no suponen una agresión para el frágil equilibrio de la epidermis.

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